Review of 'What Are You Looking At?: 150 Years of Modern Art in the Blink of an Eye' on 'Goodreads'
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Impresionismo, expresionismo, simbolismo, cubismo, futurismo... repaso por los movimientos principales del arte contemporáneo hasta culminar en el "branding exercise" de Damien Hirst y Jeff Koons. Me lo vendieron como un recorrido ameno, de estilo desenfadado, para leer con el iPad al lado para consultar las obras descritas en el texto (eso era cierto: para ser un libro de arte, tiene poquísimas ilustraciones).
Hasta la Segunda Guerra Mundial, un repaso del canon ya más que establecido. Pero a partir de 1945, o más bien de 1960, cuando reinan el arte conceptual y las performances, o lo que viene después, el postmodernismo y los juguetes para millonarios tan bien colocados en el mercado de este capitalismo tardío que disfrutamos, la absoluta falta de sentido crítico chirría: todo es arte, todo tiene sentido, todo hay que admirarlo aunque el criterio cambie varias veces por minuto y ya todo nos dé igual. Es demasiado …
Impresionismo, expresionismo, simbolismo, cubismo, futurismo... repaso por los movimientos principales del arte contemporáneo hasta culminar en el "branding exercise" de Damien Hirst y Jeff Koons. Me lo vendieron como un recorrido ameno, de estilo desenfadado, para leer con el iPad al lado para consultar las obras descritas en el texto (eso era cierto: para ser un libro de arte, tiene poquísimas ilustraciones).
Hasta la Segunda Guerra Mundial, un repaso del canon ya más que establecido. Pero a partir de 1945, o más bien de 1960, cuando reinan el arte conceptual y las performances, o lo que viene después, el postmodernismo y los juguetes para millonarios tan bien colocados en el mercado de este capitalismo tardío que disfrutamos, la absoluta falta de sentido crítico chirría: todo es arte, todo tiene sentido, todo hay que admirarlo aunque el criterio cambie varias veces por minuto y ya todo nos dé igual. Es demasiado evidente que el autor, director de la Tate Modern durante unos cuantos años, es juez y parte, encantadísimo con este estado de cosas más podrido que cuando la Académie de París decidía qué obras eran arte y cuáles eran papel pintado.