Un año más, y van ya cuatro, abro el hilo donde iré apuntando todo lo que vaya leyendo este año ya sean #cómics, #libros, manuales de #rol o lo que surja. Dejaré también los mismos comentarios en mi doppelgänger @nacho@lectura.social en #LecturaSocial por si preferís seguirlo por #Bookwyrm. ¡Arrancamos!
1. Fouché. El genio tenebroso (Kim). Tengo un pequeño problema con Kim y es que todo lo que leo suyo me recuerda demasiado a Martínez el Facha y me cuesta entrar en sus obras. Es curioso porque con otros autores que han pasado por El Jueves y tienen también un estilo muy reconocible como por ejemplo Monteys no me pasa. Cosas mías, supongo. Afortunadamente tras unas cuantas páginas por fin logro librarme de esa asociación inconsciente y finalmente soy libre de disfrutar una obra histórica bastante recomendable aunque tal vez lastrada por una narrativa que se ha quedado ya antigua en el cómic, donde las cajas de texto cargan con todo el peso de esta historia sobre un individuo que tuvo un extraordinario don para arrimarse siempre al sol que más calentaba e irse cambiando de chaqueta según fuese haciendo falta, dejando en el proceso un reguero de cadáveres y …
1. Fouché. El genio tenebroso (Kim). Tengo un pequeño problema con Kim y es que todo lo que leo suyo me recuerda demasiado a Martínez el Facha y me cuesta entrar en sus obras. Es curioso porque con otros autores que han pasado por El Jueves y tienen también un estilo muy reconocible como por ejemplo Monteys no me pasa. Cosas mías, supongo. Afortunadamente tras unas cuantas páginas por fin logro librarme de esa asociación inconsciente y finalmente soy libre de disfrutar una obra histórica bastante recomendable aunque tal vez lastrada por una narrativa que se ha quedado ya antigua en el cómic, donde las cajas de texto cargan con todo el peso de esta historia sobre un individuo que tuvo un extraordinario don para arrimarse siempre al sol que más calentaba e irse cambiando de chaqueta según fuese haciendo falta, dejando en el proceso un reguero de cadáveres y lealtades traicionadas. Sus 120 páginas engañan porque la cantidad de texto hace que sea más denso de lo que parece. Aún así, se puede leer de una gozosa sentada.
2. Japan Sinks (Sakyo Komatsu). Lo cogí con muchas ganas porque entre otras cosas había leído que esta novela había sido una de las inspiraciones para Shin Godzilla, película que me encanta porque es un delirante hijo bastardo de Godzilla con El ala oeste de La Casa Blanca. Efectivamente al leerlo se nota que Shin Godzilla bebe mucho de esta obra pero la película resulta ser mucho más redonda. La novela es aburrida y me atrevería a decir que fallida en gran parte. Está muy influenciada por cine de catástrofes tan en boga en la época en la que se escribió y se regodea muchas veces en escenas de calamidades. Pero la parte que debería ser interesante, la reflexión de qué hacemos ante una situación así, en general es muy superficial. Para rematarlo está todo aliñado con un poquito de nacionalismo étnico rancio. Decepcionante.
3. Hellboy Integral. Volumen #2 (Mike Mignola, Dave Stewart, Richard Corben, Duncan Fegredo, Joshua Dysart, Jason Shawn Alexander, P. Craig Russell, Lovern Kindzierski). Me encanta Hellboy por muchas y muy variadas razones. Quizás la más importante es que es una mezcla casi perfecta entre un amor sincero a la cultura popular (suda pulp por cada uno de sus poros) con notas de erudición como referencias a clásicos góticos o a la mitología. Pero situaría casi al mismo nivel la fascinación casi hipnótica que me provoca Mignola como ilustrador pero sobre todo con su uso del color. Y por eso este segundo volumen es tan importante. Mignola cede por primera vez los lápices y Hellboy demuestra tener vida más allá de su progenitor. Lo mejor, los nuevos dibujantes encontrando equilibrio que parecía imposible entre evitar intentar copiar a Mignola mientras mantienen un tono totalmente reconocible. Una grandísima saga que demuestra que …
3. Hellboy Integral. Volumen #2 (Mike Mignola, Dave Stewart, Richard Corben, Duncan Fegredo, Joshua Dysart, Jason Shawn Alexander, P. Craig Russell, Lovern Kindzierski). Me encanta Hellboy por muchas y muy variadas razones. Quizás la más importante es que es una mezcla casi perfecta entre un amor sincero a la cultura popular (suda pulp por cada uno de sus poros) con notas de erudición como referencias a clásicos góticos o a la mitología. Pero situaría casi al mismo nivel la fascinación casi hipnótica que me provoca Mignola como ilustrador pero sobre todo con su uso del color. Y por eso este segundo volumen es tan importante. Mignola cede por primera vez los lápices y Hellboy demuestra tener vida más allá de su progenitor. Lo mejor, los nuevos dibujantes encontrando equilibrio que parecía imposible entre evitar intentar copiar a Mignola mientras mantienen un tono totalmente reconocible. Una grandísima saga que demuestra que no sólo hay vida en el cómic americano más allá de Marvel y DC, sino que esa vida generalmente suele ser más inteligente.
4. Parentesco (Octavia E. Butler). Recomendado por @CorioPsicologia, a quien ahora le debo un agradecimiento por darme el empujoncito para leer a una autora que llevaba demasiado tiempo esperando su turno en la pila de pendientes. Es un libro que me ha hecho pensar mucho sobre hasta qué punto somos éticos por nosotros mismos y en qué medida lo seríamos en otra sociedad con unos condicionantes totalmente distintos. ¿Mis opiniones éticas lo son porque tengo un verdadero convencimiento de ellas o me limito a buscar mi lugar en la ventana de Overton que me ha tocado vivir? En un mundo en el que comportamientos que a día de hoy consideramos inaceptables fuesen no sólo normales sino incluso legales y soportados por el rodillo imparable de la opinión generalizada, ¿tendría convicciones horribles? Y yendo en el otro sentido de la línea temporal, ¿si dentro de unas décadas reviso lo que pienso hoy me asquearé a mí mismo? Siempre digo que la buena ciencia ficción es aquella que en realidad reflexiona sobre los problemas del momento en el que fue escrita. Entonces, esto es una ciencia ficción excelente.
5. Edgar P. Jacobs. El soñador de apocalipsis (François Rivière, Philippe Wurm). Aunque no he leído demasiado a Jacobs (y es algo a lo que tengo previsto poner remedio con los integrales de Blake y Mortimer) cualquiera que sea un poco aficionado al cómic francobelga sabe que fue un personaje con una vida muy interesante: erudito, cantante de ópera, colaborador de Herge… Desgraciadamente una vida tan interesante se traduce en un tomo que no lo es tanto, construido alrededor de retazos de la vida de Jacobs de una manera un tanto superficial y sin un hilo conductor claro.
6. El biombo del Infierno (Ryūnosuke Akutagawa, ilustrado por Marta Gómez-Pintado). Novela breve (muy breve, de hecho) en la que sobre todo destaca como suele ser habitual en los ilustrados de Nørdica la parte gráfica. Las ilustraciones y especialmente el uso del color encajan perfectamente con una historia sencilla que se lee tranquilamente de una sentada. Se agradecen las abundantes notas del traductor, bastante necesarias para ayudar a entender una historia ambientada en el Japón del siglo X y que gira alrededor de conceptos budistas.
7. Conan el Bárbaro #1 (Jim Zub, Rob de la Torre). Este año había decidido tomarme un descanso de las grapas y al cruzarme con la primera serie de Conan tras su último y efímero paso por Marvel ese propósito se fue al traste… aunque tal vez por poco tiempo. Porque estos primeros dos números me han dejado bastante frío con una historia un tanto manida y un dibujo que tampoco me vuelve loco. Le daré una oportunidad al siguiente número y luego ya veremos.
8. Sandman. Estación de nieblas (Neil Gaiman, Mike Dringenberg, Kelley Jones). Posiblemente el mejor volumen de la saga de los que he leído hasta ahora. Una historia cohesionada y continua, con la breve interrupción de la historia del pobre Rowland en el internado, en la que el guion de Gaiman es una joya del noveno arte.
9. El asombroso Mauricio y sus roedores sabios (Terry Pratchett). Algunas lecturas tienen su recuerdo ligado a momentos muy concretos que nada tienen que ver con el libro en sí. Esta novela por ejemplo la recordaré como el libro que estaba intentando leer en una etapa de estrés extremo que hizo que tardase dos semanas en leer sus últimas 90 páginas. Afortunadamente esta entrega es una rara avis dentro de la saga de Mundodisco y está más orientada a un público juvenil así que tras ese interludio pude retomar la lectura sin haber olvidado ningún detalle importante de la trama. Al ser una novela más juvenil Pratchett (#speakHisName) deja de lado su faceta más mordaz e irónica y opta por un humor más directo. Pero esto no significa que sea un libro simplón ni mucho menos. Pratchett sigue siendo Pratchett y las reflexiones sobre lo divino y …
9. El asombroso Mauricio y sus roedores sabios (Terry Pratchett). Algunas lecturas tienen su recuerdo ligado a momentos muy concretos que nada tienen que ver con el libro en sí. Esta novela por ejemplo la recordaré como el libro que estaba intentando leer en una etapa de estrés extremo que hizo que tardase dos semanas en leer sus últimas 90 páginas. Afortunadamente esta entrega es una rara avis dentro de la saga de Mundodisco y está más orientada a un público juvenil así que tras ese interludio pude retomar la lectura sin haber olvidado ningún detalle importante de la trama. Al ser una novela más juvenil Pratchett (#speakHisName) deja de lado su faceta más mordaz e irónica y opta por un humor más directo. Pero esto no significa que sea un libro simplón ni mucho menos. Pratchett sigue siendo Pratchett y las reflexiones sobre lo divino y lo humano siempre van a estar ahí. Al ser una entrega fuera de la continuidad de cualquier otra saga se echan de menos los personajes habituales, pero la brevísima aparición de La Muerte es tan buena que prácticamente lo compensa. Por último, los nombres de los ratones me parecen pura genialidad.