Aayush Kucheria reviewed Tools for Conviviality by Ivan Illich
None
2 stars
I would have enjoyed the ideas, but they’re written in an unnecessarily political and convolutional way
print book, 148 pages
Spanish language
Published Aug. 14, 2012 by Virus.
La lógica industrial no forma parte solamente de los modos de producción de objetos de consumo, sino que es inherente a todas las instancias fundamentales del capitalismo contemporáneo. La tecnología en su conjunto, el sistema de transportes, la escuela o el sistema sanitario, tal y como se edificaron a lo largo del siglo XX, han adoptado el modo de producción industrial, basado en el crecimiento exacerbado y sin fin. Las herramientas que habían de liberar a las personas de la esclavitud del trabajo, han acabado por ponerlas a su servicio.
La productividad sin límites genera una oferta continua de nuevos productos y servicios, que sometidos a la ley de la obsolescencia, provocan una sensación de escasez y frustración creciente por todo aquello que todavía no se tiene o no se podrá tener nunca. La autonomía personal, el trabajo creativo, el saber compartido en los terrenos de la salud y …
La lógica industrial no forma parte solamente de los modos de producción de objetos de consumo, sino que es inherente a todas las instancias fundamentales del capitalismo contemporáneo. La tecnología en su conjunto, el sistema de transportes, la escuela o el sistema sanitario, tal y como se edificaron a lo largo del siglo XX, han adoptado el modo de producción industrial, basado en el crecimiento exacerbado y sin fin. Las herramientas que habían de liberar a las personas de la esclavitud del trabajo, han acabado por ponerlas a su servicio.
La productividad sin límites genera una oferta continua de nuevos productos y servicios, que sometidos a la ley de la obsolescencia, provocan una sensación de escasez y frustración creciente por todo aquello que todavía no se tiene o no se podrá tener nunca. La autonomía personal, el trabajo creativo, el saber compartido en los terrenos de la salud y de la formación para el empleo de las herramientas a nuestro alcance, se ve anulado progresivamente por una tecnología cada vez más alejada de las necesidades inmediatas reales y de las posibilidades de uso de las personas; cada vez más en manos de una élite de especialistas que deciden por su cuenta los medios y los fines de los que se ha de dotar la sociedad, reduciendo la participación de las personas a la de meras usuarias y consumidoras. El resultado es una sociedad cada vez más jerarquizada y más opresiva. Según Ivan Illich, una sociedad convivencial sería aquella que permita «a todos sus miembros la acción más autónoma y más creativa posible, con ayuda de las herramientas menos controlables por los demás».
Para el autor de La Convivencialidad, «la superproducción industrial de un servicio tiene efectos secundarios tan catastróficos y destructores como la superproducción de un bien», planteamiento sobre el que basa su teoría de los umbrales. Según ésta, a partir de un determinado umbral de desarrollo, una institución produce precisamente lo contrario de lo que, en teoría, es su fin. La medicina, encargada de paliar las nuevas enfermedades sociales para asegurar el funcionamiento de la máquina, produce nuevas enfermedades relacionadas con los tratamientos; mientras que el sistema educativo, encargado de asegurar la adaptación del hombre a la máquina y a sus necesidades de consumo, produce mecanicismo e ignorancia. De la misma manera, cuando la industria automovilística hegemoniza el sistema de transportes, acaba por dificultar la movilidad.
Ivan Illich escribió este libro en 1974, anticipándose en su análisis y sus planteamientos a muchos de los debates, como el del decrecimiento, hoy ineludibles. Ya en pleno siglo XXI, cuando muchas de las estructuras de funcionamiento y dominación del capitalismo industrial están inmersas en un colapso de difícil salida, la propuesta de La Convivencialidad, en la que se plantea un horizonte de sociedad postindustrial, debe ser, nunca mejor dicho, una herramienta en manos de aquellos que buscan una transformación real y profunda.
I would have enjoyed the ideas, but they’re written in an unnecessarily political and convolutional way
Un bon livre pour comprendre la pensée d'Illich et aborder le sujet de la décroissance par le biais d'un corpus d'œuvres d'un auteur (donc en l'occurrence Illich).
L'ouvrage commence par une biographie d'Ivan Illich, puis une présentation de sa pensée, et enfin un recueil choisi de texte à lui (dont un texte inédit en français).
On voit dans le livre l'évolution de la pensée d'Illich au fil de sa vie. Il critiquait le développement, et ses réflexions là dessus sont intéressantes (comme quoi le "développement durable" est une oxymore car le développement est par nature anti-écologique). Il propose une manière de vivre low tech, puis revient là dessus plus tard dans sa vie, en disant que finalement nous sommes dépendant du système dans lequel nous vivons et que nous n'avons donc pas la responsabilité d'agir en opposition avec le système.
Il y a néanmoins des éléments très "what the fuck" …
Un bon livre pour comprendre la pensée d'Illich et aborder le sujet de la décroissance par le biais d'un corpus d'œuvres d'un auteur (donc en l'occurrence Illich).
L'ouvrage commence par une biographie d'Ivan Illich, puis une présentation de sa pensée, et enfin un recueil choisi de texte à lui (dont un texte inédit en français).
On voit dans le livre l'évolution de la pensée d'Illich au fil de sa vie. Il critiquait le développement, et ses réflexions là dessus sont intéressantes (comme quoi le "développement durable" est une oxymore car le développement est par nature anti-écologique). Il propose une manière de vivre low tech, puis revient là dessus plus tard dans sa vie, en disant que finalement nous sommes dépendant du système dans lequel nous vivons et que nous n'avons donc pas la responsabilité d'agir en opposition avec le système.
Il y a néanmoins des éléments très "what the fuck" dans ce qu'il disait, notamment sur la condition féminine (et Thierry Paquot le défend là dessus, alors qu'aucun des deux n'est concerné par ça), et sur la médecine. En gros, le gars considère que la "dégenrération de la société" est une chose horrible, que les différences hommes/femmes étaient mieux avant, que chacun savait rester à sa place en fonction de son genre et qu'aujourd'hui c'est n'importe quoi parce que les femmes travaillent. Sur la santé, il tient un discours anti-médic et anti-vax. "Il faut cultiver l'art de souffrir et l'art de mourir", dit-il pour justifier qu'une personne atteinte de cancer par exemple ferait mieux d'accepter de mourir et de souffrir plutôt que de se soigner. Et Thierry Paquot semble trouver ça super cool (on comprend qu'il était ami avec Illich et défendait tout ce qu'il disait - il le dit lui-même), ça amène à se questionner sur Thierry Paquot.