Los inocentes

Una novela apasionante, llena de misterios y venganzas, donde afloran además sentimientos profundos de los personajes usuales y nuevos. En especial, encontramos con un sicario colombiano que ya antes se ha mencionado y que fue el causante de un serio percance en la vida de Valentina Redondo. La forma en que María Oruña describe a este, sus motivos y acciones, brinda un toque diferente a las novelas anteriores, que nos lleva a conocer la parte humana del criminal, iluminada con pasajes de Crimen y Castigo.

Para esta última entrega, Valentina y su equipo se debe enfrentar a un evento insólito. Alguien ha puesto un arma química en el Templo del Agua ocasionando la muerte de al menos 4 personas y afectando severamente a otras tantas. Tiene pues, toda la pinta de un atentado terrorista, por lo que la UCO (Unidad Central Operativa) debe intervenir y trabajar en conjunto. Esto pone en evidencia las virtudes y deficiencias del equipo de Valentina, obligándoles a dar lo mejor de sí. Para que vean que vale la pena, hay incluso una persecución de esas de película y al final, al enfrentar al sicario, Valentina debe poner sobre la palestra y elegir, entre su deseo de venganza y la ética profesional, pero no siempre la decisión está en sus manos.

No he mencionado, que, para bajar un poco la tensión, también tenemos los planes de Valentina y Oliver que por fin van a contraer matrimonio, aunque entre los nuevos policías hay un guapetón que le hará dudar un poco. En fin, que la novela tiene de todo un poco, muy entretenida, no hay duda.