Sueños de Dragón

Llevaba años queriendo leer esta historia "terminada" y no me ha decepcionado para nada, me ha dado todo lo que quería y más.

Esta es una historia de fantasía épica como hace mucho que no leía pero con el añadido de un variopinto grupo de protagonistas donde no todos forman parte del mismo bando, las historias suelen centrarse en protagonistas que son "los buenos" y en esta tenemos a protagonistas en ambos bandos de la guerra y de todas clases sociales.

Es un libro para leer con calma y empaparte de todos los detalles que son muchos y hay que cuadrar ese puzle. Puede parecer que los primeros 3 o 4 capítulos son muy lentos porque son un poquito largos y todavía no tienes muy claro de qué pasa y quién es toda esa gente pero enseguida todo empieza a cobrar sentido y en el último tercio solo quieres seguir pasando páginas y a la vez que no se termine.

Me parece alucinante la historia que tiene la autora en la cabeza y cómo nos va mostrando lo que necesitamos saber en el momento y a la vez que no estamos viendo ni una mínima parte de lo que se nos avecina una vez se unan todas las líneas argumentales y es un momento que espero con ansias.

La historia tiene un tono serio pero reconozco que me he tenido que reír en alguna escena y me he sentido especialmente identificada con los pensamientos de Sadreg con respecto a Reda durante la reunión, si mi hermano hace algo similar hubiera tenido la misma idea.

Me he quedado con mucha curiosidad por un par de personajes de los que se habla pero jamás se dice su nombre y prácticamente no sabes nada de ellos.

Todos los personajes me han gustado mucho: Derlan es la ama, los gemelos son geniales, Reda es Reda, de Seindra no me esperaba para nada ese giro pero si tuviera que elegir a un personaje, sería a Ledren, solo quiero darle un abracito y hacerle «ea, ea» porque me produce mucha ternura en algunos momentos.

Gracias por la existencia del capítulo extra de la versión digital (menos mal que tengo una manía con que marque 100% o me lo hubiera perdido) es maravilloso y ha evitado que acabara enfadada por cuándo termina el libro.