Título original: Cluny Brown (1944).
Traducción: Raquel García Rojas.
Resumen: Año 1938. Arnold Porritt, un próspero fontanero londinense, ya no sabe qué hacer con su sobrina Cluny. La jovencita, una asombrosa mezcla de inocencia y determinación, acumula una extravagancia tras otra y no parece saber cuál es su lugar. Después de tomarse un té en el Ritz y de dejarse seducir alegremente por un cliente, su tío decide mandarla como sirvienta a Friars Carmel, una mansión campestre en Devonshire. Allí la esperan, entre otros, lady Carmel, su patrona, siempre metida entre sus flores; su hijo Andrew, que acaba de traerse de Londres a un prometedor escritor polaco supuestamente perseguido por los nazis; o el comedido Titus Wilson, boticario del pueblo y perfecto polo opuesto de Cluny. En ese apacible rincón de Inglaterra, el mundo se abre repentinamente para Cluny Brown, y ella está más decidida que nunca a seguir haciendo …
Título original: Cluny Brown (1944).
Traducción: Raquel García Rojas.
Resumen: Año 1938. Arnold Porritt, un próspero fontanero londinense, ya no sabe qué hacer con su sobrina Cluny. La jovencita, una asombrosa mezcla de inocencia y determinación, acumula una extravagancia tras otra y no parece saber cuál es su lugar. Después de tomarse un té en el Ritz y de dejarse seducir alegremente por un cliente, su tío decide mandarla como sirvienta a Friars Carmel, una mansión campestre en Devonshire. Allí la esperan, entre otros, lady Carmel, su patrona, siempre metida entre sus flores; su hijo Andrew, que acaba de traerse de Londres a un prometedor escritor polaco supuestamente perseguido por los nazis; o el comedido Titus Wilson, boticario del pueblo y perfecto polo opuesto de Cluny. En ese apacible rincón de Inglaterra, el mundo se abre repentinamente para Cluny Brown, y ella está más decidida que nunca a seguir haciendo lo que no se espera de ella. Escrita en 1944 y llevada al cine dos años después por Ernst Lubitsch, Cluny Brown es una deliciosa comedia social británica que satiriza las buenas maneras inglesas y los estrictos protocolos de clase de inicios del siglo XX.
Llegué a este libro por recomendación de esa red comunista/bolivariana que es Mastodon (un saludo, camaradas), quiero recordar de un toot (o dos) que decían que era tronchante.
Y jo, qué rabia me da no haber encontrado la gracia a esta historia. Quizá yo no estaba en el humor correcto o, qué demonios, no es mi tipo de humor.
Si tú te animas a leerlo, espero que lo disfrutes.