Creo que este es el sexto libro romántico que he leido en mi vida ("Los elegidos", "La oscuridad", "La llave" y "El circulo de fuego" de Marianne Curley fueron los primeros; intenté leer Cazadores de Sombras y no pude; y ya me acordaré del que falta...). Con esto quiero decir que no figura entre mis géneros favoritos, así que mi review será totalmente subjetiva y atada a esta limitación.

Me ha encantado.

Creo que lo dije anteriormente: los libros parecen tener consciencia propia y saen cuando tienen que aparecer para que los leas. Aquí tenemos un ejemplo.

En estos días soy América. He pasado por un mal trago casi idéntico, por lo que me ha sido fácil empatizar con ella. Eso si: Maxon es... demasiado puedo para creerselo. Me rechina su perfección: tan educado, tan inocente, si un ápice de maldad... Y no le veo una personalidad propia a Aspen. Me da la sensación de que está ahí porque tiene que estar ahí para que arranque América y luego de un poco por saco para ser un obstáculo, pero poco más. No soy capaz de verle nada propio, nada que le convierta en individuo. Es una especie de sombra que aparece, la lía, desaparece, y vuelve a aparecer cuando no toca.

Lo que me ha hecho mantener la atención en el libro ha sido como engloba todo dentro de una situación política más que plausible: la clase de historia sobre el rigen de Illea, la amenaza rebelde y los continuos "atentados"... ¿Están usando la televisión para quitar peso a la gravedad de la guerra que están viviendo? Y no hablemos ya de los estratos sociales numerados. Le da profundidad a la historia, espero que sepa en los libros siguientes sacarle provecho...

Porque se ha ganado que me lea la segunda parte.