¡Seguimos con la saga de Miles!
Que en la novelette anterior se cerrase una etapa de la vida de Miles no significa que no se puedan abrir otras, o que incluso haya situaciones en las que esas etapas pasadas estén también presentes.

Además si habéis llegado hasta aquí ya sabéis de sobra que todo se lía hasta el infinito -por lo general- cuando más tranquilo está Miles. Y en esta nueva aventura no iba a ser menos!!!

Miles está viajando de regreso a Barrayar lo más bien cuando de repente recibe un mensaje de Gregor con una crisis diplomátca en ciernes. Y no de las pequeñas,, precisamente. Bueno, si; al principio es lo que parece: la desaparición ¿o deserción? de un miembro de la milicia de Barrayar, un bloqueo naval y un pequeño altercado en la estación dónde se encuentran atracados no parece a priori un problema tan grande, pero las cosas no son tan simples como parecen y pronto Miles tendrá que desentrañar el puzzle a la vez que va limando asperezas cuturales tanto de un lado como de otro y va viendo qué son sospechas infundadas producidas por la xenofobia y qué puede ser tomado como pista y arrojar luz en la misión de Miles.

Tal vez no sea la mejor de sus aventuras diplomáticas; ni tan siquiera (puede) el mejor de los misterios, pero sin duda es una de sus aventuras más emotivas. Tanto por viejos cameos como por las nuevas inquietudes e inseguridades que pueblan la mente de Miles.
Cuatro estrellas de cinco y varios kleenex gastados.