Para nadie es un secreto que soy admiradora de Jane Austen y sus grandes obras. Por eso me llamó la atención esta que prometía contar algo de su vida. Hace poco tuve oportunidad de leer el trabajo de fiscalización que realizó Cassandra Austen, hermana de Jane, en las cartas escritas por esta con el fin de borrar todo aquello que pudiera de alguna manera “manchar” la imagen de su hermana fallecida. Una verdadera lástima sin duda, pues con ello nos quitó la posibilidad de conocer un poco más no solo a la escritora, sino también a la mujer que está detrás de sus obras.

En fín, que Gill Hornby, decide inventarse algunas de las posibles cartas que pudo escribir Jane tanto a su hermana como a su amiga Elizabeth Fowle, y los motivos que guiaron a Cassandra para vetarlas. Como valor agregado, nos dibuja en la novela la personalidad de esa querida hermana de Jane y la estrecha relación que entre ellas existió, así como la imagen que la obra de Jane dejaba en su familia.

Una obra muy entretenida, de fácil lectura y que nos hace soñar con la historia de la real heroína que fue Jane Austeen.