Uno de los mejores libros de la saga, Diana Gabaldon tiene el don de capturarte con su narración, en esta ocasión no solo nos adentra en la historia de Jamie y Claire, sino que nos permite conocer mejor a otros jóvenes personajes que sin ser nuevos, han alcanzado mayor madurez y sus historias también nos deleitan y sorprenden.

Por un lado, en el siglo XX, Brianna y Roger se han establecido con sus hijos, adaptándose como pueden a una nueva realidad, pero añorando a los abuelos. La modernidad no les exime de los peligros, pero los ecos del pasado les llegan claros tanto para llenarlos de nostalgia, como para despertar mayores inquietudes y riesgos que deben resolver.

Entre tanto, en el siglo XVIII, Claire y Jamie después de grandes malentendidos logran reunirse y participar en los albores de la independencia de los americanos, la lucha contra los ingleses y el cuidado de su familia y amigos, desperdigados entre ambos bandos. Ian, William, John y otros más vivirán grandes aventuras y se develarán grandes secretos que afectarán la vida de todos los involucrados.

Un final de impacto, que obliga a continuar con el siguiente libro casi de inmediato.