El anhelo del hombre por viajar en el tiempo se ve reflejado en esta magnífica obra, que enmascara en la ciencia ficción una serie de reflexiones sobre política, economía, evolucionismo, ecologismo y en fin, la decadencia de la humanidad.

Un particular científico del siglo XIX ha creado una máquina que es capaz de viajar en el tiempo por lo que se lleva a sí mismo al año 802,701. Le es difícil entender a la gente pequeña que encuentra y empieza a plantear sus hipótesis, basado en sus conocimientos saca conclusiones sobre las posibles consecuencias para la humanidad, a través del tiempo, del capitalismo, el socialismo, la evolución darwiniana y más. Sin embargo, en la medida que va comprendiendo a sus anfitriones debe ir modificando sus conclusiones y su forma de actuar ante amigos y enemigos, que también los hay en el futuro.

Me llama la atención, que cuando H.G. Wells escribió esta obra no se imaginaba que 150 años después ya el hombre habría hecho tanto daño al planeta tierra que será bastante difícil llegar al 802.701 en las condiciones ambientales que él imaginó. En todo caso, los vaivenes de la política y la economía bien podrían evolucionar como lo plantea, solo que, en menos espacio temporal, en eso las cosas siguen sin variar demasiado.

Un clásico más cumplido a pleno gusto. Leído en diciembre de 2022.