Por supuesto, las plataformas de la Web 2.0 nunca fueron nuestras, pero durante muchos años nos sirvieron, más o menos, para dialogar, aprender, conocer gente, mantener amistades, difundir ideas disruptivas y hacer política. No nos imaginábamos que acabarían jugando tan en nuestra contra. Ahora, una alianza monstruosa entre las big tech y las fuerzas reaccionarias nos hiere desde esos espacios. Los pijos de Silicon Valley van de la mano de una extrema derecha [...] Estamos en momento bajona, de aquí solo se puede ir hacia arriba.
— Las redes son nuestras by Marta G. Franco (Page 72)
