Antes de nada quiero comentar que no suelo escribir reseñas de nada, porque generalmente las opiniones así me las guardo para mí y mis amistades. Sin embargo, tras acabar este libro creo que se merece una en condiciones, así que aviso: va a ser largo.
Primero agradecer a mi Grupo Queer de Confianza, D., A. y demás gentecilla cercana que habéis estado por días escuchándo mis audios. Esta reseña no sería nada sin vosotres.
Por poner contexto, llevo con una fijación en el tema del libro desde más o menos que este salió. Por lo tanto puedo con seguridad decir que he estado año y medio esperando a poder leerlo de la mano de alguien que me lo compartiese, ya que el precio del libro, tanto en físico como en digital, me parece un poco bastante excesivo entendiendo cual es la editorial, los temas y el público hacia el que va. Vaya, que algunes somos más precaries que las ratas como para estar dejándonos casi 20 lereles por cada texto que queremos leer.
Ahora sí, el libro. La mayor decepción que he leído en lo que va de año. Y llevo más de 80 libros leídos, cada uno de su padre y de su madre como se podría decir.
Este hecho ha llevado a que tenga mucha rabia contenida porque, de todo corazón, no termino de entender este despropósito.
El tema que trata está guay y todo lo que quieras (siempre y cuando te interesen estos royos) pero hay demasiadas cosas que no puedo dejar pasar, empezando por cómo está escrito.
Se plantea como un libro de ensayos de carácter divulgativo. Vaya, como lo que en general publica Verso books o Verso libros. Sin embargo, me topo con un lenguaje innecesariamente pedante, inaccesible a cada rato. Oraciones subordinadas tras oracione ssubordinadas, que oye no es que las subordinadas estén mal, pero toparte con frases de más de 7 líneas que son difíciles de digerir y hay que estar releyendo una y otra vez... Tela.
A todo esto, debo mencionar por si acaso que yo estoy acostumbrado a estas alturas a leer libros con lenguajes de esta clase. Lo que no puede ser es que me entienda mejor a Judith Butler (leyéndo sus textos en Inglés. La verdad es que elle es el mejor ejemplo de "persona que escribe complejo" y tiene hasta premios por ello, lol) que al autor de este libro escribiendo en mi lengua materna.
También el problema es la edición de este libro. Y es que tiene numerosos errores de edición, que no ortográficos, que dificultan todavía más si hace falta el entender las puñeterisimas subordinadas. Hay cosas redundantes, párrafos que podrían dividirse en varios párrafos a su vez y le faltan demasiados puntos y a parte y puntos y seguidos. Para mi gusto, claro.
Otra de las cosas que más me ha dado para rabiar son las referencias. Faltan referencias TODO el rato. No puede que ser que me metas unos datos de nosequé movida (movida interesante, sí) y no se sepa de dónde puñetas han salido esos datos.
A su vez están también las citas fuera de contexto. Es decir, tú estás leyendo el libro y de golpe en medio de un parrafo sobre, yo que sé, centros de datos pongamos, te suelta "pues como dijo Fulano Mengano: tralará" y claro tú te quedas con cara de gilipollas pensando: cuándo Fulano Mengano ha dicho talará. Con qué contexto lo dijo. E incluso, como en la mayoría de casos no hay ni una introducción a Fulano Mengano, quién coño es.
Así te topas con citas de Marcuse (sin referencia, presupuse por mis conocimientos respecto a este autor que es de El Hombre Unidimensional, pero a saber) o Walter Benjamin (como si este autor no tuviese tropecientosmil textos, que da igual que no te vas a pispar de dónde viene la cita).
También están los parafraseos a lo largo del libro. Es decir, el autor coge una frase original de Fulano Mengano (sin referenciar) y la traslada a su terreno, cambiando cosas (¿qué cosas? pues mira, como no sabes la frase original ni te vas a enterar). Mi momento más jocoso fue cuando en un párrafo cita/parafrasea a Walter Benjamin para luego hacerlo con Calderón de la Barca. Como quien no quiere la cosa.
No quiero con esto decir que parafrasear o referenciar autores esté mal, ni mucho menos. En mi día a día uso expresiones referenciales como "ha sido Debordeado" o "¿qué pensaría Foucault de esto?", pero obviamente no voy a meter cosas así en un ensayo sin explicar qué coño entiendo yo por "ser Debordeado" o quién puñetas es Foucault y en qué partes le referencio exactamente. La cosa es que en el libro de Utopías Digitales no hay por lo general (no, de verdad, soy incapaz de recordar alguna, y si la ha habido ha pasado sin pena ni gloria) introducciones a los autores, a sus teorías o a sus textos. Mismamente, para poner ejemplo específico, de Calderón de la Barca lo que hay de introducción (porque sí, yo también me quedé con cara de "este qué coño pinta aquí") es en el primer párrafo de un capítulo donde el autor del libro parafrasea la famosa frase de La Vida es Sueño (obvio, esta obra está sin referenciar) diciendo "toda la nube es un sueño, y los sueños sueños son". Pondría un equisdé aquí porque de verdad, no sé qué comentario añadir al respecto.
El libro, las teorías de las que tira y autores tiende a ser redundante. Sí, ya te vi, te has leído a, por ejemplo, Mark Fisher, y mola. Lo sé. Pero oye, que Realismo Capitalista es un libro LLENO de referencias (bien hechas) y citas. Fisher (y generalizo, ya que no solo pasa con ese libro de dicho autor) te empuja a no quedarte sólo en Fisher.
A su vez, y ya para cerrar el tema edición-lenguaje-referencias, está que ha habido momentos donde he dudado de si el autor del libro ha leído a diversas referencias o sólo las mencionada para hacerse el xulo, como se suele decir. Lo malo es que nunca sabré la verdad, porque como las citas no tienen referencia pues toca quedarse un poco así.
Ah sí, y hay otros autores o referencias que me ha chocado MUCHO no encontrarme en un libro. Me explico con un ejemplo concreto: no entiendo cómo en el capítulo-ensayo titulado "Ciudades digitales, experimentos contra el mercado" no esté David Harvey ahí metido. David Harvey, ese teórico marxista hiperreconocido que ha centrado gran parte de su obra y trabajo en las geografías urbanas. Lo que sí immpresiona para bien es encontrar una referencia (redoble de tambores, está sí está bien hecha) a Lefebvre. Mencionándole. Una sola vez. Por su concepto "existencia cotidiana". Y ya. No me véis ahora mismo pero ando tirándome de los pelos.
A su vez noto que Utopías digitales se queda corto en demasiados aspectos. Quiero repetirme en esto para que quede claro: hay temas que considero se podrían haber desarrollado o abordado muchísimo mejor, e incluso temas que me parece un despropósito el tratamiento que tienen.
Llevo lo que considero poco tiempo metiéndome y aprendiendo de estos temas, como ya mencione al inicio de esta reseña. No entiendo cómo en este libro haya ejemplos alternativos que se obvien por completo o se mencionen por encima.
No entiendo cómo en un libro cuyos capítulos-ensayos mencionan tanto cuestiones decoloniales sea tan blanco. Y para que yo lo diga, que soy una persona blanca, telita la verdad. Recuerdo en un parrafo una mención de una oración (no subordinada, una frase corta de estas que mencionan cosas pero no desarrollan) a Shell, que, cito del texto "estuvo implicada en numerosos asesinatos, torturas y violaciones perpetrados por organizaciones paramilitares en Nigeria en la década de 1990, datan de casi dos décadas antes." y dejarlo ahí para pasar a hablar del crecimiento económico. La mención está guay, pero profundizar en cómo el capitalismo funciona gracias a la expropiación de tierras indígenas y la explotación de habitantes locales que quedan subyugados al capital y a sus relaciones sociales estaría mucho mejor. Personalmente, el priorizar una crítica a teorías (económicas, neoliberales, etc) a hechos como asesinatos a personas indígenas o financiación de genocidios a lo largo del globo por parte de las potencias capitalistas e imperialistas me parece desagradable cuanto menos. Hablamos de vidas humanas que se merecen más que una mención de dos línas en uno de los parrafos del libro, o al menos que se las anteponga a cualquier clase de crítica teórica.
Estos hechos se repiten a lo lago del libro donde, reitero, se pasa de lado por completo en algunos casos o casi por completo en otros de alternativas reales que está haciendo la gente a lo largo del globo. Alternativas que yo personalmente conozco por moverme Mastodon, tener algune colega en círculos más hacker, estar en Pantube con gente muy metida en estos royos y etc.
Pero no todo el mundo tiene la suerte que yo, no todo el mundo llega a estas alternativas (yo mismo tengo por seguro que muchas alternativas las desconozco todavía), y un libro que literalmente se titula "Utopías digitales" bien podría profundizar más en estas otras opciones que se dan en presente.
En fin, resumiendo, el despropósito de la edición (me faltan puntos y a parte y puntos y coma, también un repaso a las faltas y cosas redundantes...), de la escritura y formas del autor (pedante cada dos por tres, redundante, con subordinadas innecesarias que dificultan el entendimiento cuando es un libro divulgativo y no un paper de universidad, metiendo autores y datos sin referencias parafraseando fuera de contexto a gente aleatoria...) y luego el desarrollo del libro y de los argumentos, la forma de narrar hechos, las contradicciones que te encuentras a lo largo de los capítulos... Ha sido duro acabármelo.
No sé qué más decir, esperaba sacarle más chicha al texto y he salido escaldado y dolorido por mis cuatro costados. Si alguien se lo ha leído y quiere hablar al respecto, que me venga por aquí o por mi perfil en Mastodon.
Por otra parte, y si has llegado hasta aquí defraudade como yo, te recomiendo estos otros libros de este tema (utopias digitales y alternativas a lo establecido) que sí considero están mucho mejos y mucho más completos:
- Internet for the People: The Fight for Our Digital Future de Ben Tarnoff
- The Internet Con: How to Seize the Means of Computation de Cory Doctorow
- Las redes son nuestras de Marta G. Franco