Cuando te gritan “maricón” por la calle, quien lo hace no sabe si estás enamorado o no, ni quién te atrae. Lo hace porque eres (o pareces) un maricón, porque eres visible como, tal por tu forma de expresión y tu identidad.
— Confundidas, indecisas, promiscuas by Daniel Valero Tigrillo (Page 84)
