Entre la primera parte y esta segunda, nos encontramos una historia dividida en 2 frentes, sin que tengan mucho en común y sin que aparezca la gran amenaza típica de la literatura fantástica.
A pesar de esas diferencias, la trama avanza al ritmo necesario para que empieces a querer saber más de los personajes, ya te caigan bien o mal.

Sobre el mundo, se aleja de lo tradicional en la virtual ausencia de magia. Hay distintas razas creadas por unos dragones extintos, y hay más muestras de esos dragones que ya no están, pero la magia como tal prácticamente no existe, al menos al nivel al que se queda la trama en esta segunda parte.

Resumen: Si quieres fantasía que no sea épica, pero tampoco el grimdark que se ha puesto de moda, aquí tienes una buena opción.