Es la primera obra que leo de Ursula K Le Guin y me ha encantado por lo distinta de otras obras de ciencia-ficción que he leído hasta el momento. Se trata de un universo muy cotidiano, sin grandes alardes tecnológicos, donde lo único de ficción puede ser la existencia de un planeta anarquista. Y precisamente ahí está su virtud: te hace imaginar mundos muy distintos que a la vez serían muy posibles, y sobre todo, reflexionar sobre estructuras sociales cuestionando prejuicios.

Me costó un poco tomar ritmo, pero es que hay muchas cosas que contar para entender bien la vida en Anarres y, a su vez, entender mejor a Urras (muy parecida a nuestra sociedad actual). Me ha encantado la caracterización que hace de ambas sociedades/mundos, y tengo ganas de leer más.