Me ha encantado el tono de MR. Supongo que será a lo que se ha referido mucha gente. Hablando de lo más sencillo tiene momentos de lucidez máxima. Qué ganas de seguir leyéndola y eso que el peso de la religión no se me ha hecho pesado y tampoco el buenismo que ha sido absolutamente salpicado de realidad. Creo que además de esa gran novela anterior, y las que siguen, tiene unos ensayos muy prometedores que voy a buscar.