Una historia sobre la “war on drugs”, centrada primero en sus orígenes (la maquinaria de represión de la Ley Seca buscando su supervivencia, junto con un racismo declarado), para seguir con las víctimas (drogadictos, familiares, sicarios) y concluir con los programas de despenalización e incluso legalización que suponen cierta esperanza de que esta situación termine algún día.
A pesar de tratarse de un tema muy trillado, Hari consigue encontrar un enfoque interesante y combinarlo con una forma muy amena de narrar y enlazar unos episodios con otros. Un libro útil para repasar la postura de cada uno respecto de una de las mayores locuras de nuestros días, esté a favor o en contra de la legalización. Es de agradecer que no rehúya analizar el caso de la plaga de medicamentos opiáceos en Estados Unidos, analizándola según el estudio de las causas de la adición hecho en los primeros capítulos.
Algo mejorable: enfoque demasiado anglosajón en un libro que se pretende “global”, y páginas sobre Lisboa que dan vergüenza ajena, junto con una buena sobredosis de ceguera parcial muy común en los guiris: siempre toman Portugal como ejemplo de despenalización (no se castiga a los drogadictos), cuando en España jamás se ha perseguido el consumo.