Ner reviewed 42 semanas by Ana González Duque
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1 star
Ojalá poder ponerle media estrella.
Genuinamente, decir que este libro es horrible es quedarse corto, sobre todo cuando tienes en cuenta que solo he conseguido llegar al 30%. Vayamos por partes:
Lo primero es que la protagonista muy bien no anda de lo suyo y, su hermana, menos aún. Partimos de que a Marta, la prota, su novio la ha andado engañando siendo ella "La otra" y su hermana, para que se le pase el disgusto, la misma noche de enterarse de todo el drama, la convence para que estando medio borracha se acueste con otro chico que andaba en el bar, ¿en qué cabeza cabe recomendarle eso a tu hermana y encima diciendo que es por su bien?
La cosa no estaría del todo mal si el grandísimo problema que le he encontrado a este libro fuera eso, pero no, resulta que Marta se entera de que está embaraza …
Ojalá poder ponerle media estrella.
Genuinamente, decir que este libro es horrible es quedarse corto, sobre todo cuando tienes en cuenta que solo he conseguido llegar al 30%. Vayamos por partes:
Lo primero es que la protagonista muy bien no anda de lo suyo y, su hermana, menos aún. Partimos de que a Marta, la prota, su novio la ha andado engañando siendo ella "La otra" y su hermana, para que se le pase el disgusto, la misma noche de enterarse de todo el drama, la convence para que estando medio borracha se acueste con otro chico que andaba en el bar, ¿en qué cabeza cabe recomendarle eso a tu hermana y encima diciendo que es por su bien?
La cosa no estaría del todo mal si el grandísimo problema que le he encontrado a este libro fuera eso, pero no, resulta que Marta se entera de que está embaraza de Nico, el chico con el que se acostó hace solo una semana, ¿y sabéis como se entera? Pues porque solo una semana después ya tiene náuseas. En serio. O sea, esto es en serio. La autora ha tenido la desfachatez de escribir que a solo una semana de estar con un tío ya tienes síntomas de un embarazo y encima el test te da positivo. O una de dos, o una no sabe cómo funciona o este libro es propaganda absurda. Pero es que lo mejor está por llegar: la hermana, sí, aquella que quería lo mejor para Marta haciendo que se acostará con un completo desconocido en su mayor momento de vulnerabilidad, quiere que su hermana no aborte cuando, encima, desde el minuto uno, te dicen que la protagonista odia los niños y bajo ningún concepto quiero parir porque sería un estorbo para todos los ámbitos de su vida. Aquí, como comprenderéis, yo ya estoy echando fuego por la boca, pero es que hay una perlita aún mayor: la ginecóloga. Esta parte me parece una parte muy importante porque, hacer lo que hace este personaje, se llama violencia obstétrica, un problema que sufren muchísimas mujeres en todo el mundo y a lo largo de sus vidas. ¿Y qué creéis que es? Pues ni más ni menos que convencer a Marta para que se haga una ecografía y que vea lo que tiene dentro. Antes de seguir hay que hacer un apunte muy importante: la protagonista a lo sumo está de ocho semanas. Pues haciéndole al eco a nuestra prota resulta, y cito textualmente que: "Esto es la columna vertebral y los brazos. Y esto de aquí, el corazón." o "Contengo el aliento y observo sobrecogida como una diminuta mano abre los dedos." ¿Pero qué narices es esto y cómo alguien ha podido ser tan sinvergüenza? Obviamente, a las 8 semanas, no vas a encontrar nada que sea mayor a un conjunto de células y, por eso mismo, en España, que es de donde es la autora, es lega abortar hasta los tres meses.
Yo en este punto ya he decidido dejar de leer porque no hay por donde coger absolutamente nada de este drama y, honestamente, quiero creer que todo esto es simplemente las ganas de darle rapidez a la trama. Aquí, el problema de todo, es que con la de dificultades que atravesamos a diario las mujeres para ejercer nuestro derecho a hacer lo que queramos con nuestros cuerpos, tengamos que tragarnos estas perlitas en un género literario que tiene un público muy claro y que, por tanto, este mensaje pueda hacer más daño que otra cosa.