La verdad, y la razón como modo de llegar a ella, son dos elementos fundamentales para la salud de una democracia. Sin embargo, la política contemporánea parece seguir un camino prácticamente opuesto. Nos hallamos ante un auténtico ataque contra la razón, liderado por la administración de George W. Bush, que tiende a ignorar las opiniones de los expertos, ya sea sobre el número de tropas necesarias en Irak, el cambio climático o el déficit público, y evita el proceso normal de debate y toma de decisiones para apoyar políticas específicas de raíz ideológica. Al Gore explica cómo una política basada en el miedo, el secretismo, el partidismo y la fe ciega, combinada con la degradación del debate público, ha creado un entrono hostil para la razón, la lógica y la verdad, que desempeñan un papel cada vez más reducido en el modo en que los Estados Unidos toma las decisiones …
La verdad, y la razón como modo de llegar a ella, son dos elementos fundamentales para la salud de una democracia. Sin embargo, la política contemporánea parece seguir un camino prácticamente opuesto. Nos hallamos ante un auténtico ataque contra la razón, liderado por la administración de George W. Bush, que tiende a ignorar las opiniones de los expertos, ya sea sobre el número de tropas necesarias en Irak, el cambio climático o el déficit público, y evita el proceso normal de debate y toma de decisiones para apoyar políticas específicas de raíz ideológica. Al Gore explica cómo una política basada en el miedo, el secretismo, el partidismo y la fe ciega, combinada con la degradación del debate público, ha creado un entrono hostil para la razón, la lógica y la verdad, que desempeñan un papel cada vez más reducido en el modo en que los Estados Unidos toma las decisiones más importantes.--Desde la descripción de la editorial.
An analysis of the consequences of the Bush administration's fear, secrecy, and faith-based initiatives explains how the administration has dangerously compromised America's capacity for addressing long-term challenges.
I've had this sitting in my collection unfinished for years now. Once so excited about it (I'm a huge fan of Gore on the whole), it's essentially a book-length indictment of Bush rather than a real defense of reason-based policy. That's fine, but now it's 2010, the damage of the Bush administration is not news, and though it must never be forgotten, I'm full for now. Shelving this about 2/3 of the way through.
