The Possibility of an Island

Not bad. Me ha costado un poco más que el último que leí de Houellebecq, el de Sérotonine, y mucho más que el de Soumission (para mi, el mejor). Como en todos sus libros, el planteamiento es el mismo: un cincuentón de mucho éxito laboral, pero pésimo en las relaciones, empieza a ver cómo su cuerpo ya empieza a ajarse y ya no forma parte de la juventud, por lo que se pasa el rato, saliendo con jóvenes estudiantes sobre las que ejerce algún tipo de poder económico o por ser su profesor (en este libro no), recordando relaciones pasadas de cómo sus exnovias follaban o se la chupaban (real que es muy explícito), o pagando a prostitutas, y mientras, se va sumiendo en un vacío interior enorme del que solamente otros hombres (pocos, los que considera sus amigos), pueden acompañarle o comprenderle o ver su enorme valor que tiene por dentro y darle "sentido" a su vida, pero todos esos "amigos" se van suicidando o van desapareciendo de diversas formas.

¿Es realmente machistorro? Un ejemplo de un chiste que pone en el libro:
"¿Sabes cómo se llama la grasa que hay alrededor de la vagina? La mujer."

También hace una crítica al arte contemporáneo que me hace gracia. Dice que solo hay tres tendencias:
1. La más importante, la que se traga el 80% de las subvenciones y cuyas piezas se pagan más caras: el gore en general. Amputaciones, canibalismo, enucleaciones, etc. Todo el trabajo en colaboración con serial killers, por ejemplo.
2. La del humor o la lástima: puedes hacer ironía directa sobre el mercado del arte, o hacer cosas más finas donde intentas provocar malestar y lástima en el espectador, del artista o de ambos presentando un espectáculo penoso, mediocre, donde se puede dudar de si tienes el mínimo valor artístico. También incluye lo kitsch, donde tienes que acompañarlo de una metanarración para demostrar que no eres un caradura.
3. La virtual: suelen ser personas jóvenes, influenciadas por el manga y la fantasía heroica. Muchos empiezan así, pero luego se vuelven hacia la primera cuando se dan cuenta de que uno no se puede ganar la vida en Internet.

También habla de por qué hay que acabar con los tabús sexuales:
- Tiene todo el sentido que las personas jóvenes, chicos o chicas, faltos de dinero, se prostituyan para personas más mayores. Así consiguen dinero para financiar su vida, y los mayores acceso a algo que ya no podrían conseguir de otra forma.
- Tiene todo el sentido que en el pasado el tabú del incesto fuese necesario para evitar la degeneración genética, pero que ahora mismo, con la aparición de la anticoncepción, ya no tiene sentido que no haya sexo intrafamiliar.

El personaje pasa la mayor parte de la narración en España, y en un punto le sorprende que viendo la tele haya una emisión cultural. Dice que es un milagro, porque parece que a los españoles no les gusta las emisiones culturales ni la cultura en general. Como que es un dominio que les resulta profundamente hostil, que da la impresión cuando les hablas de algo cultural como si les estuvieses ofendiendo... Touché.

No quiero hacer spoiler, pero el libro va de la creación de una secta religiosa. Y empiezan a hablar del amor libre, y es interesante que en vez de decir que hay que dar amor al prójimo, dicen que hay que dar placer y sexo a la gente.

En toda la narración, los capítulos se van alternando entre Daniel 1 y Daniel 23. Uno es un personaje de nuestro momento. El 23 es que la humanidad ha encontrado la forma de renacer una vez muerto, y es el número 23, así que todo el rato estás dando saltos entre el presente y el futuro (desde donde analiza el presente). La tercera parte del libro ya Daniel 1 se acaba suicidando y Daniel 23 decide irse de casa a vagar por un planeta tierra donde ya no hay agua, las ciudades han sido todas destruidas, y hay algunas tribus de paleo-humanos (aquellos que no han sido ascendidos a neo-humanos inmortales). Esta tercera parte está interesante, me recuerda bastante a "La carretera" de Cormac McCarthy, pero con perro en vez de niño.