Un homenaje gráfico a esas mujeres que siempre han sido personajes secundarios de otras vidas: la esposa de, la madre de, o la abuela de.
«Cuando le dije a mi abuela Maruja que iba a hacer un cómic basado en su vida, me respondió que mejor escribiera una historia de amor. Cuando le dije lo mismo a mi abuela Herminia, se alegró mucho y me dijo "Sí, claro, nena.", así que, grabadora en mano, me fui a ver a mi abuela Maruja para que me explicara, por ejemplo, lo que escondía ese cuadro de flores y el porqué de su obsesión por la cocina. Después visité a mi abuela Herminia y descubrí la importancia de su abuela Hermenegilda y las causas de ese aire bohemio tan peculiar. Las mujeres de su generación, a quienes no solemos cuidar como ellas nos cuidaron, siempre han sido personajes secundarios de otras vidas: la …
Un homenaje gráfico a esas mujeres que siempre han sido personajes secundarios de otras vidas: la esposa de, la madre de, o la abuela de.
«Cuando le dije a mi abuela Maruja que iba a hacer un cómic basado en su vida, me respondió que mejor escribiera una historia de amor. Cuando le dije lo mismo a mi abuela Herminia, se alegró mucho y me dijo "Sí, claro, nena.", así que, grabadora en mano, me fui a ver a mi abuela Maruja para que me explicara, por ejemplo, lo que escondía ese cuadro de flores y el porqué de su obsesión por la cocina. Después visité a mi abuela Herminia y descubrí la importancia de su abuela Hermenegilda y las causas de ese aire bohemio tan peculiar. Las mujeres de su generación, a quienes no solemos cuidar como ellas nos cuidaron, siempre han sido personajes secundarios de otras vidas: la esposa de, la madre de, o la abuela de. Como Maruja y Herminia. Sus anécdotas, sus ideas y su mundo están aquí, en este libro, un pequeño homenaje que quiere convertirlas en protagonistas.» Ana Penyas
**Premio Fnac-Salamandra Graphic de Novela Gráfica 2017
Qué cosa tan bonita es el cómic biográfico, hablando globalmente del género y de este ejemplo en particular.
La vida y obra de dos señoras que se casaron, tuvieron hijos y nietos. La vida marcha a su propio paso, independientemente de las decisiones que tomemos.
Parte considerable de la lectura se me fue clavándome en la textura.
Lo he comprado para regalarlo, lo he leído para aprovechar. No cabe duda de que los dibujos y el estilo son preciosos. No cabe duda de que reivindicar recuperar la historia de las personas mayores y comprenderla es esencial pero la historia en sí misma es un poco insustancial y la verdad es que no veo un hilo conductor claro ni eficaz.
Son dos historias de dos abuelas que tienen un punto en común: su nieta. Las diferencias entre ellas son palpables, incluso su familia las subraya pero para la lectora no llega a generar un lazo con los personajes, manteniéndolos en un plano externo y ajeno.
La idea está muy bien pero creo que merecía una vuelta más.
Mi primera reacción al abrir este cómic no fue muy positiva, un dibujo feísta, no veía el ritmo. Pero entonces me puse a leerlo y qué gozada en pocas páginas, cuántos niveles de lectura (las protagonistas - las dos abuelas de la autora-, la España del desarrollismo, los barrios horrendos donde vivimos casi todos, cómo las mujeres sacaron adelante a sus familias...) y sobre todo, qué bien se adapta el dibujo a lo que se quiere contar. Es una maravilla. Quiero más.