No se pq me ha dado por leerme este libro, no me llaman los videojuegos más allá del super Mario o el Tetris cuando era niña.
Pero gracias a los astros, existen las reseñas, las críticas literarias y las redes sociales que no han hecho más que darle bombo y platillo, bendita la hora....

Esta historia nos cuenta la vida de Sam y Sadie, dos chicos muy diferentes. Se conocen de pequeños y, a lo largo de los años, se encuentran y reencuentran de formas muy distintas mientras su relación va cambiando.  En uno de esos encuentros crearán un vídeojuego que les hará famosos y cambiará sus vidas.

Ya os digo que aunque la trama trata sobre la creación de videojuegos, bien  podrían haberse dedicado a hacer sartenes y no cambiaría nada, todo lo que autora nos quiere transmitir es lo que se llega a hacer por amistad, esa lealtad y ese amor a gente que sin ser familia se convierten en nuestra sangre.

Hay un punto en el que la historia te hace llorar de lo emocionante que es. La forma en que está narrada es una verdadera joya, es tan dinámica que, sin darte cuenta te ves atrapado en la historia gracias a la fuerza de sus personajes.

Al llegar al final, me di cuenta de que había pasado 30 años con ellos y me dio mucha pena que la historia terminara. La autora logró que me sintiera parte de la historia, así que sí, recomiendo mucho leer este libro.
⭐⭐⭐⭐✨