Malpertius es una magnífica casa doblemente maldita.
Jean Rey, crea una atmósfera opresiva en torno a la misma y va conduciendo al lector por densos pasajes de incertidumbre, sustrae inopinadamente a sus personajes, en particular a Jacques en tiempo y espacio, los hace deambular por las eras, los siglos, por ignotas regiones del globo terráqueo, de los laberintos de la mente, los conduce a rozar los limites de la cordura, en ocasiones sustrayéndoles de la misma.
Doblemente maldita pues en ella habitan correlacionadas infames historias de dos religiones, o mitologías, además de prácticas paganas , que han tenido influencia en el imaginario colectivo, y aun sin ser absolutamente corroboradas en el desarrollo de la historia.
Malpertius es una tetrica casa, donde los sucesos mas inexplicables tienen fundamento en el proceder del propietario, el anciano Cassave, que ha atesorado mucho más que riquezas terrenales y que obliga, so pena de perder su condición de herederos, a los habituales de la misma a convertirse en habitantes permanentes. Estableciéndose al interior luchas de poder desde insignificantes por el dominio dela luz hasta magnificas que hablan de amor, celos y muerte, transformaciones y ocultas personificaciones.
Añade un elemento perturbador, el relato de la historia a través de folios antiguos, a manera de diarios o memorias, que deben considerarse en función de la infidelidad de los recuerdos, así 4 narradores aportan su parte para develar el misterio de la abominación de la mansión y su relación con un monasterio de Barbusquinos.
Cierto, existen fragmentos donde el tedio, y la pobreza de desarrollo incitan a abandonar su lectura. Pero esto se ve recompensado en las últimas partes, donde de manera espeluznante se aclaran todos, o casi todos, los misterios. Incluyendo la participación del autor como un personaje secundario. Que explica algo de la génesis del relato, como parte de la historia misma .
Malpertius es algo mas que una casa encantada, es un pacto con los dioses, con los nobles y los malignos. Una casa fragmentada.. en muchos sentidos y una abominación de la mente lúdica , onírica y perversa de Jean Ray. Marinero de siete mares.