1⭐

Aun yendo con pocas expectativas, esto ha sido catastrófico. Cuando empiezas a leer libros así generalmente sabes a lo que vas, y yo lo sabía, o eso suponía, pero cuando ya llevaba un cuarto del libro, me di cuenta de que a lo mejor no sabía dónde me había metido.

Por partes:

- El cómo la protagonista se adapta a que haya un mundo con aliens puede ser mejor o peor, pero desde luego que aquí tienes que torcer un poco el brazo y poner varias excusas en tu mente para que te cuadren cosas, muchas cosas. Por ejemplo, apenas nos habla de que debería sentir auténtico terror, de que ese terror sería lógico que tuviera efectos en su cuerpo, que le costara relacionarse y un sin fin de cosas más, pero es lo que digo, aquí podría entender que hay cosas que deben hacerse de forma mucho menos creíble.
Lo raro de narices, y muy problemático además, es ya la segunda interacción con aliens, en este caso con el coprotagonista, que directamente estamos hablando de una violación. Y sí, una violación con todas las letras, porque sin consentimiento ninguno por parte de la protagonista, el alien, que ya hablaremos de las pintas de alien que tiene, decide practicarle sexo oral a ella. Pero oye, os preguntaréis, ¿y cómo soluciona esto la autora? Pues teniendo en cuenta que aquí ninguna humana protagonista parece saber lo que es el miedo, ni dos dedos de frente siendo realistas, después de que Georgie se asuste un poco al principio, creerá que es fantástica idea que el hombre siga ahí, dale que te pego. Dejará que llegue al final y luego los dos serán amiguitos. Obviamente, en este punto yo ya tenía las esperanzas bajo tierra.

- Retomando una cosa que he dicho antes: el aspecto de los aliens es de todo menos aliens. Al principio la autora sí que te pone el típico marcianito verde, supongo que para que haga contraste con lo que viene, pero es que vaya qué cosas, justo caen en un planeta donde más que aliens parece que haya unos pocos humanos modificados para tener algunas características raras y hale, tira "palante", porque todos están buenísimos y obviamente dan 0 miedo. Y en este caso sí que me parece recalcable, teniendo en cuenta qué otros libros sobre este género se han hecho famosos y qué aspecto tienen sus protas. Ya se podía haber arriesgado más, ya que con el resto de cosas iba a parecer una romcom cutre ambientada simplemente en otro sistema solar.

- Prosiguiendo con otro punto importante de este libro, como son las escenas sexuales, que es algo que deberían destacar de alguna forma en este género, son de todos menos atractivas. Son sosas, la sutilidad no existe, se quieren pasar el día dándole que te pego aunque haya gente muriéndose, apenas describe más que el típico coito y se olvida de describirnos las sensaciones, el cariño y demás... Vamos, un despropósito. He visto libros románticos con escenas mejor descritas que estas cuando ni tan siquiera eran su propósito.

- Y ya por último, ¿por qué hay propagando antiabortista en un libro romántico erótico de extraterrestres? Sencillamente a cuadros me quedé y más a cuadros me quedé con que nadie se quedara un poco sorprendido. Aparte de que no tiene sentido que estas dos personas pudieran tener un hijo, resulta que Georgie, después de estar solo cuatro días con Vektal, ya puede decir que tiene un retraso. ¿Perdón? ¿Acaso sabemos cómo funcionan estas cosas o me quieres colar el rollito? Porque si tienes un retraso en ese momento es porque el bebé precisamente no es de Vektal. Pero es que, ya para terminar de añadirle leña al fuego, resulta que ella está contenta, aunque al principio (un diálogo de dos frases, tampoco nos vengamos arriba) se la veía superdisgustada, porque a Vektal se le ve muy feliz con la idea de ser el papá del año. Honestamente, ¿qué?

Yo es que no sé qué más decir de esto porque por mi salud mental he tenido que dropear esto al 60%, pero desde luego menuda pena darle un intento a este tipo de género y que haya dado justamente con este libro. Aunque algo me dice que los demás no serán mucho mejores.