Hay un acertijo quechua: "El que me nombra, me rompe". La solución, por supuesto, es "silencio". Pero la verdad es que cualquiera que conozca tu nombre puede partirte en dos. (Nota al pie: Adivinar el nombre de una criatura sobrenatural da poder sobre ella.)
— En la casa de los sueños by Carmen Maria Machado, Laura Salas Rodríguez (Page 58)
