Donde existe una ciudad que prospera y se expande, no sería del todo descabellado concebir la existencia de una dimensión contigua que albergue aquello que esa ciudad va olvidando o marginando en su avance. En Neverwhere, existe un Londres Arriba y un Londres Abajo; este último completamente oculto para los habitantes oficiales de la incesante metrópoli. A través de los ojos de nuestro protagonista, cuya vida de joven profesional es consumida por la falta de determinación, exploramos los extraños recodos de un mundo subterráneo, que nos ofrece la existencia de una subcultura secreta y de personajes tan misteriosos como improbables. Richard Mayhew, desprovisto fatídicamente de todo sentido y vestigio de la normalidad que hasta entonces conocía, emprende un viaje desesperado que lo arrojará a una serie de batallas contra sus más hondos miedos y pesadillas, traerá consigo amistades y enemigos mortales, y lo situará en un insólito sendero de heroísmo. Si los de Arriba están completamente satisfechos de ignorar a aquellos que cayeron en el olvido, ni Richard ni quien lee podrá darse ese lujo al hallarse en los sinuosos túneles e intrigantes plazas de un inframundo imposible, que sólo un autor como Gaiman puede traer a la vida con ingenio y maestría.