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¿Cómo calibrar la importancia histórica de un libro?
Chesterton tuvo una controversia con otros intelectuales -algunos amigos- en torno al tema que era de moda en su época: la eugenesia.
Antes de que los nazis la llevaran a cabo en su forma más expeditiva e impopular, la eugenesia era el tema más candente en los libros sobre ciencia y medicina -como hoy pasa con el cambio climático- y la cuestión de la degeneración del hombre estaba en boca de todos. Se creía que la raza humana estaba degenerando por culpa de la falta de selección natural y proponía que se había de hacer un "cultivo del hombre" fomentando las cualidades más útiles a la sociedad. "Higiene racial" que se practicaba de formas más o menos sutiles, fomentando la reproducción de los que se tenían por más aptos o impidiendo la de los que, según ellos, amenazaban con su semilla la salud de las generaciones venideras.
Chesterton con su sentido del humor y de la justicia se puso en frente de los eugenistas, afiló sus argumentos y sencillamente, les venció señalando sus falacias y sus prejuicios.
Igual exagero si digo que quizá por eso no hubieron campos de exterminio en los países anglosajones en la Segunda Guerra Mundial, pero estamos ante un caso ejemplar de la responsabilidad de los intelectuales señalando con su talento las amenazas que se ciñen contra sus semejantes. Derivas que no todo el mundo ve, pero que llevan a Auschwitz.
Qué decir tiene que es un libro muy divertido y fácil de leer.

A Lynn Margulis deberían haberle dado el Nobel por su teoría simbiogenética tan bien explicada en este libro. Aquí trata el fenómeno de la especiación y propone una teoría elegante y bella para el enigma del origen de las especies. Describe procesos fascinantes, muy curiosos, que abrirán la mente del lector al fenómeno de la vida.
Estoy de acuerdo con lo que advierte Adriático en otra de las reseñas a este libro en castellano: plantear a Gaia como a un metaser del que nosotros somos orgánulos contiene un peligro de todo organicismo de convertir a un ente real -nosotros- en una pieza sacrificable para bien de un ser hipotético y, al fin y al cabo, abstracto: Gaia. Pero da igual cuál sea nuestra postura sobre esa controversia, es justo decir que éste no es un libro sobre la Hipótesis Gaia sino sobre la simbiogénesis en la especiación de los seres vivos.
Margulis repudia al neodarwinismo y si no nos dejamos arrastrar por el, en mi opinión, diálogo de besugos ideológico que se ciñe en torno al darwinismo, este es un gran libro de ciencia. Para mí un hito en la biología.

Este es uno de los grandes libros, el más clásico del Taoísmo, escrito hace al menos veinticuatro siglos. Leerlo siempre aporta porque también es poesía y de alguna manera lo que dice llega a quien lo lea, incluso aunque después de leerlo no sepa explicar con sus palabras lo que ha leído. Como mínimo deja una sensación, profunda, sublime, como una misteriosa poesía. Claro que esta comprensión "solo" es la superficie, cuanto más aprendamos sobre este libro, más iremos entendiéndolo.
Teniendo en cuenta esto, la edición de Trotta, traducida del chino por Iñaki Preciado Idoeta es la ideal. Es bilingüe. Traduce, además de los textos tardíos que se encuentran en la mayoría de ediciones, las versiones anteriores halladas recientemente y cuenta con una introducción muy amplia y completa, que nos ilustra sobre conceptos importantísimos y normalmente muy mal explicados como el wu wei, que a menudo se traduce como "no acción" pero que en realidad se refiere más bien a "hacer no haciendo", un concepto muy interesante que poco tiene que ver con negarse a actuar.
Hay un millón de ediciones de este libro y las traducciones cambian muchísimo. Una traducción quizá más precisa es la también traducida al castellano del chino de Anne-Hélène Suárez Girard, de la editorial Siruela. También la recomiendo. Aquí, por ejemplo, se traduce "el Tao" por "el Curso". Otros lo traducen por "el camino" o por "la vía": cada traducción es sutilmente diferente, y no puede ser de otra forma, porque así es el chino y más cuando habla de algo tan profundo y misterioso y está escrito de una manera tan poética.
Tengo otras dos ediciones. La de RBA, bellamente ilustrada por Xavi Comas y Rafa Castañer y la traducida de la edición inglesa de Richard Wilhelm, de la editorial Fontana. No me sobra ninguna.