En una poesía de Ogareff amigo de Bakunin (El estudiante), los jóvenes de ardiente y generoso corazón veían a uno de ellos viviendo de ciencia y humanidad a través de las luchas de la miseria.
Forzado por la venganza del zar y de los boyardos a la vida nómada, andaba desde el ocaso ala aurora gritando a los campesinos: ¡Agrupaos! ¡Alzaos!
Detenido por la policía imperial, murió en las heladas llanuras de Siberia, repitiendo hasta la saciedad que todo hombre debe dar su vida por la tierra y la libertad.
En el momento de los procesos de la Comuna, se llevaba a cabo en Rusia el proceso de los internacionales con las mismas crueldades inspiradas por el terror que tienen todos los déspotas a la verdad.