la musica del silencio

Se trata de una novela que nos habla de los sufrimientos del pueblo judío. En este caso Mika, el personaje principal, encuentra en un abrigo, lleno de la magia del amor, la protección de su abuelo, tanto para enfrentar el dolor de su pueblo en el gueto de Varsovia, como para servir de apoyo y fuerza para muchas personas, en especial de los niños que también se vieron ahí encerrados.

También debido a este abrigo, Mika une su destino a Max, un soldado alemán, que usa su fuerza para obligarle a entretener a los demás oficiales, y que, sin saberlo, aunque llevarán vidas separadas, se verán unidos por los recuerdos y el apoyo de un objeto especial, que, a su modo, le dio a ambos la fortaleza para enfrentar grandes adversidades.

Pocas veces hay oportunidad de conocer las dos caras de la moneda, por lo general la historia la cuenta quien gana. En ambos lados hubo dolor, hubo alemanes que no eran nazis, que ayudaron según sus posibilidades a los judíos, que fueron masacrados por oponerse al régimen, otros que se mantuvieron al margen y no participaron, huyeron bajo su propio riesgo, y otros que participaron siguiendo órdenes porque no tenían otra opción, ¿cómo saber que hubiéramos hecho en su lugar?

La novela destaca el uso del arte para llegar al corazón de las personas en una época tan dura, donde una sonrisa iluminaba el alma igual que el pan y el abrigo daban alivio al cuerpo.

Una novela algo diferente, llena de sentimiento, recomendada.

It's interesting to read a book where the author actively warns you that you might not like it. This is indeed a very odd, short novella. It focuses solely on Auri, preparing for the arrival of Kvothe and deals with her daily activities up to that point. Right from the get-go you realize how broken and shattered Auri is, even if you had no prior experience with her from Rothfuss's other books. It's amazing how she survives alone while devoting so much of her attention to how inanimate objects should be placed all over the underground world she lives in. Though, with names like Mantle, Tree, Foxen, and Fulcrum, and having seen the magic of The Name of the Wind, you suspect there may be something deeper there. Very little happens in this story- there is one character and almost no plot, but there is a soft, subtle magic in language, in repetition, in the melancholic musings of a young woman all alone. It is a book for slightly broken people and for those who can spare the time for a slow, achingly sweet story that is a poem written in prose.

Lo leí por curiosidad y a sabiendas de que no me iba a gustar mucho y que tenía toda la pinta de ser un sacadineros y una excusa de Rothfuss para dilatar todavía más la salida del tercer tomo de una macronovela que se suponía escrita completamente desde el principio.

Siguiendo la moda del "estar perturbado es ser especial" que tantos estragos está haciendo en la cultura, se nos cuenta la historia de uno de los personajes que en una breve aparición en las otras novelas se justificaba, pero que a palo seco se atraganta un poco. Auri es Gollum pero bien: se le ha ido completamente la pinza y vive sola en unos subterráneos, pero como si fuera una niña ferina se ha acostumbrado a su forma de vida y parece feliz con ella, no hay angustia vital, dolor por el estado de disociación ni nada parecido. Pues eso: Gollum conoce a Amélie, vive en su mundo de ilusión y fantasía, y que le aproveche. Sarna con gusto no pica y estrés postraumático con estado de fuga de la realidad y delirios alucionatorios y transtorno obsesivo compulsivo es una opción de vida totalmente aceptable si te lo arropan con la excusa de un entorno de fantasía cuqui. No, Ralph, no eres especial: eres cortito, muy cortito. Auri no es especial: está como unas maracas, pero nos la quieren hacer pasar como un ser adorable que vive en armonía con el universo y es una jipi japiflauer.

Probablemente lo peor no sea el libro, sino que el mismo autor pone la venda antes que la herida e intenta en el prólogo justificar la obra que ha escrito, y que quizá "éste no sea el libro que querías leer", y que cada libro tiene su público. Algo que no deja de ser coherente con la impresionante empanada mental que tiene Rothfuss sobre la literatura en general, y que ha expuesto muy bien en algunas entrevistas sin darse cuenta de la enormidad de lo que está diciendo. Si, como él dice, la misma literatura literaria sólo es un género, cada género puede encenagarse en sus clichés y en sus vicios y sólo queda la identidad obra-lector: cada obra, por mala o mal parida que esté, si encuentra sus lectores, por poco exigentes o enviciados que estén, únicamente puede juzgarse en esos términos que en definitiva sólo ocultan bajo una explicación bonita a nuestro viejo amigo que es crear productos para un mercado que los demanda, aunque sólo sean unos cientos de personas, y si la gente pide jiña se le da incluso a sabiendas de que se hace jiña. En esa concepción de la literatura da igual Kafka que Coelho, y si mi novela no te gusta es que no sabes conectar con tu quinceañera emo interior.

Tenía bastante miedo de leer esta historia. Me habían dicho que no era para todo el mundo, que no ocurría nada, que había mucha gente a la que no le iba a gustar. Me alegro de haberla leído y de ser una de esas personas a las que ha enamorado.

Esta historia es perfecta para conocer más a un personaje tan maravilloso como es Auri. Acompañándola en la Subrealidad, como persona neurotípica se es consciente de que no le está ocurriendo nada fuera de lo cotidiano. Pero leyéndola consigue transmitirte su dolor, su preocupación, y sus problemas se vuelven muy reales. Un ejemplo de visibilización para comprender que hay personas a las que les afectan mucho cosas que para ti no son nada, y a las que puede hacer mucho daño que invisibilices su sufrimiento.

Una historia que se sale de la norma con una protagonista que se sale de la norma. Bueno, ¡sorpresa! Las personas nos salimos de la norma cada dos por tres, por más que nos empeñemos en no verlo.

No puedo evitar citar una parte de la nota de autor que me ha encantado:
«—La gente leerá esto y se llevará una decepción. [...]
—Esos, que se jodan. Esos pueden leer montones de historias. Pero ¿y yo? ¿Dónde están las historias para las personas como yo?».